Lo diario se vuelve incontenible,
es pesada la carga que quiero llevar,
mucho por hacer, mucho por pensar,
y los tiempos pasan rápido.
De pronto despierto,
y los signos de pregunta están en mi,
¿Será esto lo que realmente quieres con mi vida?
¿Será todos los días el sentirme así?
Mi corazón despierta agitado,
bombea la inconsistencia de los días en los que me hallo
solo sintiendo que todo es vanidad,
y a veces no encuentro el disfrute...
Sin embargo, me levanto,
casi con minutos de más pegados en mi almohada.
Quiero charlarlo contigo,
y que no solo quede en mis pensamientos.
Pongo el agua, fuego, libro, hojas, lapicera
y siempre pañuelos;
es que sé, viene la caricia,
viene la brisa que cosquillea el alma y me produce sonrisas;
venís vos a charlar esto conmigo,
y como siempre aclararme
cuál sea el camino donde están tus ojos.
Me enseñas donde debe estar este tiempo,
donde es que van mis pensamientos,
donde está mi tesoro...
y entonces, el corazón se reubica,
y va donde le dan sustento,
amor, verdad, favor, misericordia...gracia.
Y ese reubicamiento, ese movimiento del corazón,
el aclararme el panorama provoca en mi lágrimas.
Es como si abrieras los ojos de mi entendimiento,
y entonces sé que es lo más importante,
es simplemente estar contigo,
para conocerte más y confiar,
para que te formes en mi
y las raíces del amor penetren más profundo,
cuando tú tomas tu lugar.
Has salir en mi corazón el lucero de la mañana,
para que vea y entienda
cuál sea el camino por el que debo andar,
para que tus ojos estén sobre mi,
y los míos fijos en ti.
es pesada la carga que quiero llevar,
mucho por hacer, mucho por pensar,
y los tiempos pasan rápido.
De pronto despierto,
y los signos de pregunta están en mi,
¿Será esto lo que realmente quieres con mi vida?
¿Será todos los días el sentirme así?
Mi corazón despierta agitado,
bombea la inconsistencia de los días en los que me hallo
solo sintiendo que todo es vanidad,
y a veces no encuentro el disfrute...
Sin embargo, me levanto,
casi con minutos de más pegados en mi almohada.
Quiero charlarlo contigo,
y que no solo quede en mis pensamientos.
Pongo el agua, fuego, libro, hojas, lapicera
y siempre pañuelos;
es que sé, viene la caricia,
viene la brisa que cosquillea el alma y me produce sonrisas;
venís vos a charlar esto conmigo,
y como siempre aclararme
cuál sea el camino donde están tus ojos.
Me enseñas donde debe estar este tiempo,
donde es que van mis pensamientos,
donde está mi tesoro...
y entonces, el corazón se reubica,
y va donde le dan sustento,
amor, verdad, favor, misericordia...gracia.
Y ese reubicamiento, ese movimiento del corazón,
el aclararme el panorama provoca en mi lágrimas.
Es como si abrieras los ojos de mi entendimiento,
y entonces sé que es lo más importante,
es simplemente estar contigo,
para conocerte más y confiar,
para que te formes en mi
y las raíces del amor penetren más profundo,
cuando tú tomas tu lugar.
Has salir en mi corazón el lucero de la mañana,
para que vea y entienda
cuál sea el camino por el que debo andar,
para que tus ojos estén sobre mi,
y los míos fijos en ti.
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