Como un rayo de luz de sol
que atraviesa las densas nubes de tormenta.
Como una angosta senda
marcada en medio de un gran pastizal.
Como una suave caricia en el rostro
después de una larga noche de soledad.
Así es el amor de mi Amado,
el que ha deseado en mí depositar.
Su amor es un río potente
que corriendo por las calles va.
Es agua, que si te metes produce vida,
llena de gozo y de verdad.
Es amor que sana las heridas,
perdona errores,
y te vuelve al diseño original.
Así es el amor de mi Amado,
a quien te quiero presentar.
Su nombre es suave,
acaricia el paladar,
baja en risas por la garganta,
inunda el ser con su santidad.
Su rostro es luz de vida,
mirarlo te hace llorar.
Entiendes que lo anhelarás cada día,
porque su amor y su verdad son tu necesidad.
Su vida es senda por la que quieres andar.
Ejemplo sublime de amor,
entregarse por toda la humanidad.
Su sangre hoy limpia nuestras vidas,
lava el odio y el egoísmo de la humanidad.
Su Espíritu nos llena de vida,
nos inunda de amor para poder dar.
Jesús,
eterno nombre de amor,
jamás cesará de dar.
Vino a darnos a conocer el amor del Padre.
Murió, para darnos vida.
Resucitó, para regalarnos eternidad.
Cree, él lo hizo posible.
Acércate, él llamándote está.
que atraviesa las densas nubes de tormenta.
Como una angosta senda
marcada en medio de un gran pastizal.
Como una suave caricia en el rostro
después de una larga noche de soledad.
Así es el amor de mi Amado,
el que ha deseado en mí depositar.
Su amor es un río potente
que corriendo por las calles va.
Es agua, que si te metes produce vida,
llena de gozo y de verdad.
Es amor que sana las heridas,
perdona errores,
y te vuelve al diseño original.
Así es el amor de mi Amado,
a quien te quiero presentar.
Su nombre es suave,
acaricia el paladar,
baja en risas por la garganta,
inunda el ser con su santidad.
Su rostro es luz de vida,
mirarlo te hace llorar.
Entiendes que lo anhelarás cada día,
porque su amor y su verdad son tu necesidad.
Su vida es senda por la que quieres andar.
Ejemplo sublime de amor,
entregarse por toda la humanidad.
Su sangre hoy limpia nuestras vidas,
lava el odio y el egoísmo de la humanidad.
Su Espíritu nos llena de vida,
nos inunda de amor para poder dar.
Jesús,
eterno nombre de amor,
jamás cesará de dar.
Vino a darnos a conocer el amor del Padre.
Murió, para darnos vida.
Resucitó, para regalarnos eternidad.
Cree, él lo hizo posible.
Acércate, él llamándote está.
"Jesús le dijo:
YO SOY EL CAMINO, Y LA VERDAD, Y LA VIDA;
Y NADIE VIENE AL PADRE, SINO POR MÍ."
Juan 14:6
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